“Esta iglesia está más preocupada por quien se mete en la cama de los
argentinos que por la mesa de los pobres”, dijo en diálogo con
Perfil.com el párroco José Nicolás Alessio, sancionado y suspendido por
el Arzobispado de Córdoba por su pública posición a favor del
matrimonio entre personas del mismo sexo, a poco de que sea debatido en
el Senado.
Y calificó la prohibición de ejercer el sacerdocio, que lo inhabilita
para dar misa, confesar y todo lo relacionado con su oficio, como “anti
evangélica y irracional”, al tiempo que afirmó que el argumento del
Obispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, es “fascista, retrógrado, e incapaz de
entender de diversidad”.
“Me sancionaron por pensar distinto. Así me lo anunció el Obispo ayer,
personalmente, al informarme que me iniciaba juicio y que mientras
tanto no podía ejercer el ministerio (sacerdocio)”, contó el párroco. Y
explicó que el Obispo le indicó que tomaba la medida porque “no puedo
decir públicamente qué es lo que pienso”.
El padre José Nicolás Alessio es cura de la Parroquia San Cayetano, de
Córdoba, y pertenece al grupo Enrique Angelelli (obispo de La Rioja
asesinado durante la última dictadura militar por sus luchas sociales),
del que participan unos 15 sacerdotes que se vienen pronunciando a
favor del matrimonio homosexual, un tema que divide a la sociedad. Hace
15 días, uno a uno fueron llamados por el Obispo Ñáñez para ser
advertidos personalmente para que se callaran la boca, según contó el
padre Alessio. Pero como él continuó hablando del tema en los medios,
ayer fue suspendido.
“Yo me debo a la comunidad, no a esos códigos romanos cargados de
autoritarismo. Por eso el domingo voy a celebrar la misa como todos los
domingos”, advirtió. Y dijo que no dejará la parroquia, que es donde
pertenece.
La cama y la mesa. El párroco suspendido opina que la Iglesia se opone
al matrimonio homosexual tan fervientemente “porque quiere mantener el
poder, controlando la conciencia de los argentinos, tal como lo quiso
hacer con el divorcio”. Además, dijo que la institución religiosa “
está más preocupada por la cama de los argentinos que por su mesa”. Y
explicó: “Le preocupa mucho más saber quién se mete en la cama con
quien, pero nunca salió a marchar para defender la mesa de los obreros,
de los desocupados, ni de los más pobres”.
Al ser consultado por las palabras del Obispo de Buenos Aires Jorge
Bergoglio, que calificó a la lucha contra el matrimonio homosexual como
una “guerra de Dios”, Alessio dijo que fue “una barbaridad medieval e
inaceptable”, y que lo único que genera es “ exacerbar el fanatismo
religioso, que es el más peligroso de los fanatismos, y que es el que
llevó a quemar a las brujas en la inquisición”.
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