Luego de casi ocho años de interrupción
democrática a manos de las Juntas Militares, terrorismo de Estado y vuelco total
de la economía nacional desde los sectores de la producción y la industria a los
de las finanzas y los servicios. y tras la guerra de Malvinas, se reiniciaba el
camino dala normalización institucional.
En las elecciones de 1983, Raúl Alfonsín se
adjudicó el 51.7% de los votos contra el 40,1% de Italo Argentino Luder.
convirtiéndose en el primer postulante radical en derrotara un justicialista.
La U.C.R. estableció también un precedente
histórico al obtener 128 de las 254 bancas que componían a Cámara de Diputados,
16 más que el PI y con ello la mayoría absoluta.
En el interior hicieron sentir su fuerza el P.J.
y las pequeñas formaciones regionales conservadoras. La UCR sólo ganó los
gobiernos de siete de las veintitrés provincias. Este desequilibrio entre el
peso electoral de la UCR a nivel nacional y el predominio geográfico del P.J.,
más homogéneamente implantado en las provincias, quedó reflejado en el Senado,
donde de los 46 miembros del partido de Alfonsín sólo conquisté 18 bancas, es
decir, la minoría.
Durante su campaña, Alfonsín fue el candidato
que más claramente habló sobre el futuro papel de has Fuerzas Armadas como
institución subordinada al poder civil, y en particular a él como Comandante en
Jefe en su carácter de Presidente de La Nación. Propuso recortar en un tercio el
presupuesto militar y que la lucha antisubversiva quedara en manos deja policía
dentro del marco de la ley y el respeto a los Derechos Humanos.
Anunció además un reordenamiento de los
sindicatos, hasta entonces mayoritariamente en manos peronistas. Indicó que el
objetivo era democratizar tas instituciones gremiales y hacerlas representativas
de la mayoría de los trabajadores. Señaló la existencia de un pacto
militar-sindical que atentaba contra la democracia argentina y se propuso
desbaratarlo apenas asumiera la Presidencia de a Nación.
El electorado no se volcó a la propuesta del
radicalismo por sus promesas de progreso económico, sino porque Alfonsín
irrumpía como la garantía de una normalización institucional donde la Libertad,
la paz, la democracia y el respeto por las garantías individuales y los derechos
humanos -mutilados por las Juntas Militares- expresaban justicia y modernidad.
El Gobierno de Raúl Alfonsín estuvo signado por
tres hechos o temas fundamentales relacionados a la temática militar: el juicio
a los ex comandantes, la política de derechos humanos y el problema militar en
si mismo, no sólo con temas relacionados con las fuerzas en forma interna, sino
también con los diversos levantamientos que tuvo que afrontar.
La dictadura militar había provocado una
profunda fractura entre la sociedad y les Fuerzas Armadas. Esto se debía al
rotundo fracaso del Proceso de Reorganización Nacional
para solucionar Los gravísimos problemas que tenía el país, al terrorismo de
Estado, implantado por las Fuerzas Armadas ya los métodos utilizados para
deshacerse de todo aquel que no compartiera sus planes, y por último, a la
derrota en la guerra de Malvinas y los hechos que allí se habían producido.
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