Evita del Pueblo. |
n la historia argentina existe un reconocimiento unánime sobre el
hecho de que Evita realizó una tarea decisiva para el reconocimiento de
la igualdad de derechos polÃticos y civiles entre hombres y mujeres.
Durante su gira europea precisó con claridad su punto de vista frente a esta cuestión:
“Este siglo no pasará a la historia con el nombre de “Siglo de la Desintegración Atómica” sino con otro nombre mucho más significativo: “Siglo del Feminismo Victorioso”.
Sufragio femenino
El 27 de febrero
de 1946, tres dÃas después de las elecciones, Evita pronunció su primer
discurso polÃtico en un acto organizado para agradecer a las mujeres su
apoyo a la candidatura de Perón. En esa oportunidad Evita exigió la
igualdad de derechos para hombres y mujeres y en particular el sufragio
femenino:
La mujer argentina ha
superado el perÃodo de las tutorÃas civiles. La mujer debe afirmar su
acción, la mujer debe votar. La mujer, resorte moral de su hogar, debe
ocupar el sitio en el complejo engranaje social del pueblo. Lo pide una
necesidad nueva de organizarse en grupos más extendidos y remozados. Lo
exige, en suma, la transformación del concepto de mujer, que ha ido
aumentando sacrificadamente el número de sus deberes sin pedir el mÃnimo
de sus derechos.
Eva Perón enfermó de un cáncer de cuello uterino. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuanEl 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Recibió radioterapia en varias ocasiones. Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952, a las 20:25.
A las 21 y 36 el locutor J. Furnot leyó por la cadena de radiodifusión: "Cumple la SecretarÃa de Informaciones de la Presidencia de la Nación el penosÃsimo deber de informar al pueblo de la República que a las 20.25 horas ha fallecido la Señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación. Los restos de la Señora Eva Perón serán conducidos mañana, al Ministerio de Trabajo y Previsión, donde se instalará la capilla ardiente...".
Tras su muerte la CGT declaró tres dÃas de paro y el gobierno estableció un duelo nacional de 30 dÃas. Su cuerpo fue velado en la SecretarÃa de Trabajo y Previsión hasta el 9 de agosto que fue llevado al Congreso de la Nación para recibir honores oficiales, y luego a la CGT. La procesión fue seguida por más de dos millones de personas y su paso por las calles recibió una lluvia de claveles, orquÃdeas, crisantemos, alhelÃes y rosas arrojados desde los balcones cercanos.
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